Un problema no reconocido en las piscinas: los restos orgánicos

Los profesionales de las piscinas saben que, a pesar de una buena filtración y de la adición fiable de desinfectante, las piscinas pueden presentar una gran variedad de problemas, entre ellos

Filtros sucios
Brotes de algas
Alta demanda de cloro
Problemas de equilibrio hídrico
Agua persistentemente brumosa
Acumulación de espuma en la línea de flotación

Históricamente, se consideraban problemas independientes y cada uno se trataba con un producto diferente y especializado. Ahora sabemos que, en muchos casos, estos problemas pueden tener un origen común: los restos orgánicos en el agua.

El agua turbia es a menudo el resultado de restos orgánicos demasiado finos para ser filtrados. Los residuos orgánicos reaccionan con el cloro, haciendo que no esté disponible para la desinfección y el control de las algas, lo que provoca un aumento de la demanda de cloro. Los residuos orgánicos de mayor tamaño se acumulan en los filtros, haciéndolos menos eficaces y requiriendo una limpieza frecuente. Los depósitos de suciedad en la línea de flotación de la piscina se componen casi siempre de restos orgánicos que actúan como pegamento para adherir y endurecer los depósitos minerales.

Los residuos orgánicos entran en la piscina como "carga de los bañistas" (sudor, células de piel muerta, bronceadores, aceites, cosméticos, productos para el cabello, etc.) o como tierra, abono o fragmentos de insectos y plantas que caen al agua. Pero, ¿cómo se puede librar al agua de estos residuos orgánicos? La respuesta son las enzimas.

¿Qué son exactamente las enzimas?

Todos los organismos vivos producen enzimas para acelerar las reacciones químicas que son importantes para su supervivencia. Se obtienen por extracción a partir de levaduras vivas o de bacterias benignas cultivadas con este fin.
Desde las instalaciones de tratamiento de agua que producen agua potable hasta la ayuda en la limpieza de vertidos de petróleo de tamaño industrial, las enzimas desempeñan un papel crucial en los procesos de purificación.
Las enzimas destruyen las moléculas de restos orgánicos troceándolas en partes cada vez más pequeñas, como la conversión de las manzanas en puré de manzana.
Como las enzimas son extremadamente selectivas en cuanto a las moléculas orgánicas con las que reaccionan, son perfectamente seguras para los seres humanos y otros mamíferos.

Experimente el agua limpia y clara de la piscina

El uso regular de un producto enzimático de alta calidad puede ser la forma más sencilla de resolver una gran variedad de problemas y ayudar a clarificar, purificar y equilibrar el agua de la piscina.

Las enzimas pueden reducir la demanda de desinfectante y de choque, al tiempo que descomponen los aceites que se depositan en la línea de azulejos y en los skimmers. Con un uso rutinario, estos productos mejorarán los ciclos de funcionamiento del filtro y alargarán la vida útil de los medios filtrantes de la piscina.

Dado que las propias enzimas son de origen biológico, la exposición al cloro las destruirá con el tiempo. Además, necesitan cierto tiempo para llevar a cabo su función. Para obtener el rendimiento deseado, los productos enzimáticos deben utilizarse con regularidad en un régimen de mantenimiento; una dosis única y abundante sólo proporcionará un beneficio modesto.

Los profesionales de las piscinas comerciales necesitan un producto potente diseñado específicamente para las piscinas de alta carga que suponen un reto y en las que se encuentran grandes cantidades de moléculas de residuos orgánicos. Esto también ayudará a gestionar el uso de cloro y a reducir el tiempo total de mantenimiento.

Tanto Lo-Phos E+ como Ultra Zyme Pro contienen enzimas que ayudan a resolver los problemas mencionados.